Casas pasivas: cómo ahorrar energía con pérgolas bioclimáticas

Para este tipo de vivienda un bajo consumo energético ya es mucho. Si te preguntas de dónde viene el concepto, debemos remontarnos a la Alemania de los años 80, momento en el que la búsqueda de un consumo energético nulo se demostró que era posible. Lo que a su vez supuso poner en alza el respeto por el medio ambiente y ya, si nos vamos a lo personal, a un ahorro considerable en las facturas del hogar.

Y aunque en un principio este estilo arquitectónico fue pensado para construcciones nuevas, también puede ser incorporado a viviendas ya existentes

¿Qué es una Casa Pasiva o Passive House?

Debes tener claro desde el primer momento que esta metodología se fundamenta en los preceptos de la arquitectura bioclimática, maximizando el uso de recursos naturales para garantizar confort térmico y minimizar el gasto energético.

Si hay algo que ha atraído la atención de los estudios de arquitectura e ingeniería en los últimos tiempos, es la evolución en la calidad térmica de los materiales aislantes.

Y no es para menos.

¿A quién no le gustaría una vivienda donde las paredes, ventanas y puertas no solo sirven como barreras físicas, sino que actúan como guardianes térmicos, manteniendo el calor en invierno y el fresco en verano?

Pero, ¿qué hace que esta tendencia sea tan revolucionaria?

Bueno, no es solo el aislamiento per se. Es la combinación de este con la ingeniosa utilización de las fuentes de calor internas. Sí, nos referimos a esos dispositivos eléctricos que usamos a diario en nuestros hogares, desde la nevera hasta el ordenador. Estos aparatos, que antes eran vistos solo como consumidores de energía, ahora se consideran “aliados” en la regulación térmica de nuestros espacios.

Y bueno, para nosotros, la guinda del pastel es la minimización de las pérdidas de ventilación que se consigue. Los sistemas modernos no solo renuevan el aire, sino que, con un enfoque controlado y una recuperación de calor, garantizan que no estemos «tirando» energía por la ventana.

Por esta y otras razones, cada vez son más demandadas estas prácticas, y es fácil entender por qué. No solo representan un ahorro económico a largo plazo, sino que también son un paso hacia la construcción sostenible y el cuidado del medio ambiente.

Así que, la próxima vez que escuches hablar sobre la «revolución térmica» en la arquitectura, ya sabrás de qué va. Y, quién sabe, quizás te animes a implementar algunas de estas soluciones en tu propio hogar, como puede ser la instalación de una pérgola bioclimática para aprovechar más aún esos espacios de tu hogar o lugar de trabajo (hoteles, restaurantes, etc).

El futuro es ahora, y es cálido. O fresco, según lo prefieras.

Ventajas de las casas pasivas

Recapitulemos. Las casas pasivas se distinguen por:

Aislamiento térmico superior: Sus paredes, ventanas y puertas están diseñadas para contrarrestar pérdidas de calor en invierno y evitar su exceso en verano.

Ventilación mecánica con recuperación de calor: Aunque la renovación del aire es mecánica, se utiliza un sistema que retiene el calor del aire expelido.

Diseño bioclimático: Se prioriza la orientación de la vivienda para beneficiarse de la luz solar y las corrientes de viento.

Una vez entendido esto, ¿qué beneficios conlleva apostar por una casa pasiva?

• Eficiencia energética: Consumen hasta un 90% menos de energía en calefacción y refrigeración en comparación con construcciones tradicionales. Es un hecho.
• Confort térmico: Gracias a su diseño y aislamiento, mantendrán una temperatura interior constante y agradable durante todo el año. ¿Ir descalzo/a todo el año por casa? Sí, es posible.
• Ahorro económico: Aunque tenemos que reconocer que es a largo plazo, al reducirse el consumo energético, tus facturas de calefacción y electricidad tomarán el mismo camino.
• Calidad del aire interior: La ventilación mecánica con recuperación de calor asegurará que tengas una renovación constante del aire, mejorando así su calidad y eliminando además posibles contaminantes.
• Reducción de huella ecológica: Al consumir menos energía, las casas pasivas contribuyen a la disminución de emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero.
• Durabilidad: Como se emplean materiales y técnicas de construcción de alta calidad, hablamos de una mayor vida útil de la vivienda.
• Protección acústica: Por si no lo sabías, el aislamiento térmico también funciona como aislante acústico. Lo que nos ofrece un ambiente interior más tranquilo y libre de ruidos externos.
• Valor de reventa: Ya has visto cómo está el mercado inmobiliario. Dada la creciente demanda de viviendas sostenibles y eficientes, las casas pasivas son las primeras de la lista. Las preferidas. Y con razón.
• Independencia energética: Al reducir la dependencia de fuentes de energía externas, las passive house pueden adaptarse más fácilmente a soluciones de energía renovable, como por ejemplo los paneles solares. Sí, los mismos que llevan nuestras pérgolas fotovoltaicas.
• Salud y bienestar: Di adiós a los constipados. Al garantizar un ambiente interior con temperaturas estables, sin corrientes de aire frío y con una excelente calidad de aire, conseguirás un entorno más saludable para ti y los tuyos.

Instalación de pérgolas en casas pasivas

Como ya sabrás, las pérgolas bioclimáticas están formadas por lamas orientables que permiten regular la entrada de luz y ventilación. Es decir, en verano, las lamas se pueden cerrar para proteger del sol y el calor y en invierno, las puedes abrir para aprovechar la luz solar y el calor.

Es importante elegir o configurar tu pérgola a medida para que esté fabricada con materiales de alta calidad y con un diseño bioclimático.

Tipos de pérgolas para casas pasivas o passive house

Como ya hemos explicado, las casas pasivas son viviendas diseñadas bajo estrictos criterios de eficiencia energética, buscando un equilibrio perfecto entre el confort interior y el mínimo consumo energético. En este contexto, las pérgolas se presentan como una solución ideal para complementar estos principios.

Nos permiten aprovechar los diferentes espacios en el exterior de la vivienda, garantizando la máxima protección sin tener que renunciar nunca al contacto más auténtico con el aire libre. En una casa pasiva, donde la optimización de la energía es esencial, estas estructuras pueden actuar como barreras térmicas adicionales, regulando la entrada de luz solar y contribuyendo a mantener una temperatura interior estable.

Estructuras elegantes y discretas que, gracias a un diseño altamente personalizado, saben introducirse con coherencia en contextos urbanos y naturales.

En el caso de las casas pasivas, esta coherencia es aún más relevante. La integración de pérgolas en estos hogares no solo debe ser estéticamente agradable, sino también funcional, potenciando las características bioclimáticas de la vivienda.

Pérgolas para jardines

¿Buscas el aliado perfecto para la eficiencia energética? Las pérgolas para jardín, además de ofrecer un espacio de relax al aire libre, actúan como barreras térmicas, regulando la luz solar y contribuyendo al confort térmico de tu hogar.

Su diseño personalizado se integra armoniosamente en el entorno, potenciando la estética y funcionalidad del jardín, mientras refuerzan los principios de sostenibilidad de la vivienda.

Pérgolas entre paredes

Instaladas entre las paredes exteriores de la vivienda, estas pérgolas aprovechan al máximo la regulación térmica, adaptándose a las condiciones climáticas. Su diseño permite una óptima gestión de la luz solar, creando espacios exteriores protegidos y confortables. En una casa pasiva, su integración refuerza la eficiencia energética, fusionando estética y sostenibilidad en un solo elemento.

No lo pienses más y sácale partido a ese espacio que tienes muerto de risa en la terraza de tu casa.

Pérgolas para aparcamientos

¿Querías combinar funcionalidad con sostenibilidad? Pues con este tipo de pérgola no solo obtendrás protección para los vehículos contra las inclemencias del tiempo, sino que también actuarán como barreras térmicas, minimizando el impacto del calor en las áreas adyacentes de la vivienda.

Que sumado a una casa pasiva, en la que el diseño incorpora materiales y técnicas que reflejan o absorben la radiación solar, contribuimos más aún a la regulación térmica del entorno y reforzando la eficiencia energética del hogar.

Pérgolas para piscinas

Las pérgolas para piscinas ya de por sí aportan un valor añadido al espacio de ocio y relax. Pero más allá de proporcionar sombra y protección contra el sol, estas estructuras pueden ser diseñadas para mejorar la eficiencia energética del entorno.

Si además hablamos de una casa pasiva, la pérgola puede ayudar a regular la temperatura del agua, reduciendo la necesidad de sistemas de calefacción o refrigeración para la piscina.

Pérgolas solares o fotovoltaicas

Si buscas el ejemplo perfecto de simbiosis, seguramente te salga la instalación de este tipo de pérgola en una passive house.

Y es que estas estructuras, no solo nos regalan sombra y protección. Integran paneles solares que capturan la energía del sol. ¿Y qué podemos hacer con esta energía? Pista: puede ser utilizada para alimentar no solo el espacio que cubre la pérgola, sino que podrás derivarlo hacia la vivienda, reduciendo aún más su dependencia de fuentes de energía externas.

Importancia de la estructura bioclimática en casas pasivas o passive house

Como explicamos al principio del artículo, las casas pasivas, se fundamentan en el concepto de la arquitectura bioclimática, que busca el equilibrio perfecto entre el diseño arquitectónico y las condiciones climáticas del entorno.

Nos referimos a la necesidad de entender y aprovechar las condiciones naturales del lugar. La orientación del sol. Los vientos dominantes. ¿Qué características térmicas tiene el suelo? Las casas pasivas incorporan todos estos principios para garantizar un confort interior con el mínimo consumo energético.

Además, al basarse en la arquitectura bioclimática, adoptan soluciones constructivas que responden a las variaciones climáticas. Véase incluir elementos como ventanas de triple acristalamiento, aislamientos de alto rendimiento y sistemas de ventilación controlada.

Asumámoslo. Abrazar la arquitectura bioclimática no es solo una elección ecológica, sino una apuesta por el confort y la eficiencia en nuestro hogar.

Si no sabes por dónde empezar, si tienes dudas o preguntas, recuerda que tienes a tu disposición a nuestro equipo de técnicos profesionales para aclararte cualquier consulta que tengas.